El cuerpo, nuestro mejor hábitat

El cuerpo, nuestro mejor hábitat

22 junio 2016

Somos todos criaturas del mundo y al nacer, nuestra alma ya traía un hábitat propio, único y diferente.

Creo que al abrirnos la primera puerta, nuestra madre nos presentó al mundo con el mejor regalo: un cuerpo, un hogar. Un lugar de confianza donde vivir, un espacio íntimo,  para atravesar toda nuestra existencia.

Así que desde ese primer instante ya fuimos lo que ahora somos, pura vida en crecimiento, y con un motor: el corazón. El amor.

Por eso me gusta imaginar que la vida que late en nuestro interior está desnuda, en un paisaje que atraviesa ciclos y se transforma a cada cambio de estación.

Ver que cada una de nuestras células es un universo vivo es maravilloso.

Por ello me parece primordial el dedicar tiempo al cuerpo, el cuidarlo, y el mantener con él, una grata relación.  Pues toda nuestra biografía, cada una de nuestras historias emocionales  reside y sigue en nosotros, con memoria latente en cada una de las partes de nuestro territorio: piel, músculos, sentidos, órganos, vísceras, huesos…

¿Y no te pasa que viviendo con tanto trajín, día tras día… al final te olvidas de ti? Damos tanta prioridad al pensamiento que pasamos la mayor parte del tiempo en la azotea, ¡¡¡nuestra mente!!! Sobreviviendo al final con un piloto automático que funciona muy bien y a la vez nos hace cada vez más rígidos, limitados e infelices.

¿No te has apuntado más de una vez al gimnasio con las mejores intenciones y ánimos, para no llegar a ir? No es suficiente la intención.

He llegado a la conclusión de que responsabilizarnos de nuestro bienestar es más fácil, si lo pasamos bien. Y es que disfrutar y además cuidarse es algo tan gratificante que desde que descubrí la manera, ya no quiero dejarla.

Sobre este hallazgo que para mí sigue siendo magia, he escrito lo siguiente: ¨Tócame por favor y despertaremos juntos para seguir jugando, como en aquel recreo que de niños nos daban los adultos para salir y liberarnos, descansar de la obligación de estar quietos, y poder saltar, reír, llorar, gritar, comer, cantar, correr, bailar, crear, hablar… Pues nos necesitamos,  en la relación crecemos mucho mejor.¨

 

Habita tu cuerpo, que es la mejor manera de vivir el momento presente.

Sólo te hacen falta 4 veces de experiencia, para crear un buen hábito, y romper con el automático que te mantiene en lo mismo de siempre. ¡Cuatro veces son suficientes para cambiar!

Te recomiendo encontrar ese espacio donde vas a poder moverte, y expresar, soltando todo lo que sobra, bajo un clima de respeto y confianza. Un grupo, como tu tribu original, donde al reconocer el poder del vínculo, puedes volver a conectar con el ser que eres, espontáneo, libre, sensible y expresivo. Piensa que la alegría colectiva es contagiosa y por eso al moverte te expandes y evolucionas.

¿Te has planteado que puede ser fácil cambiar tu presente, y de paso mejorar tu relación contigo y con los demás?

Ahora es tiempo de cuidar tu cuerpo, tómate el tiempo y sé generoso contigo. Acaba de empezar el verano, un tiempo fértil y de diversión para iniciar ese cambio que hace tiempo quieres hacer.

Y cargarte de energía y color, permitiéndote explorar y retomar de nuevo toda la belleza y la luz que vive en ti.

 

Por Rosa Creixell

Terapeuta Gestáltica. Formada en Terapia Breve Estratégica, Psicoterapia Integrativa Programa SAT de Claudio Naranjo, PNL y Terapia Corporal Integrativa.

 

Formaciones en las que Rosa Creixell es docente:

Formación en Terapia Gestalt

Formación en Trabajo con Sueños

Suscribirme

    Inscríbete

      Solicita más información

        Solicita más información

          Solicita una sesión informativa