1. ¿Qué es la intervención estratégica?
La intervención estratégica es un concepto general para referirse a las diferentes formas de aplicar el modelo estratégico: la terapia, el coaching y el asesoramiento.
La intervención estratégica es, en el fondo, la manera que la naturaleza tiene para resolver y gestionar sus propios problemas y conflictos. La historia de la vida ha aplicado, en su propia evolución, estrategias que, cuando han funcionado, permitían seguir viviendo y evolucionando. Y cuando no funcionaban, simplemente desaparecían.
A pesar de que nuestro modelo puede tener algo de sofisticado en su vertiente teórica, no podemos olvidar que la esencia estratégica contiene solo dos reglas básicas, muy simples, pero solo en apariencia. Las dos reglas básicas que todo acto estratégico debe respetar son:
- Si algo funciona, no lo toques
- Si algo no funciona, haz algo diferente.
¿Qué elementos intervienen en un proceso estratégico?
El enfoque estratégico trabaja en la manera mediante la cual las personas perciben y gestionan su realidad a través de la relación con ellos mismos, con los demás y con el mundo, analizando e interviniendo para poder intervenir sobre ella. Es decir, la intervención estratégica se interesa principalmente por la “funcionalidad” o “disfuncionalidad” de la gestión que las personas utilizan para resolver los problemas y por su modo de relacionarse con su propia realidad.
En su parte más operativa, en la intervención estratégica (terapia, coaching y asesoramiento) se utilizan dos grandes elementos de trabajo: la comunicación y la acción terapéutica o intervención para el cambio.
El vehículo del cambio utilizado, desde la perspectiva estratégica, es la comunicación. El aspecto comunicativo es esencial en las relaciones humanas. Por eso, el gestor estratégico tiene que dominar el “arte de la palabra”, en su aspecto verbal y no verbal, porque para poder ayudar a las personas o sistemas a conseguir sus objetivos, la comunicación debe ser el vehículo de descubrimiento del camino a seguir.
En el aspecto de acción terapéutica o intervención para el cambio, el modelo estratégico es, con toda seguridad, uno de los enfoques que más herramientas, técnicas y estratagemas posee en su arsenal operativo para conseguir los objetivos marcados. Todas estas técnicas, tácticas, estratagemas y demás herramientas son el producto de un estudio riguroso de la naturaleza de los problemas humanos, de tal manera que cada técnica responde a un principio, a una lógica que se va desvelando en la conversación con el consultante, y que el gestor estratégico adapta a la idiosincrasia de la persona o sistema con el que está trabajando.
El modelo estratégico entiende que los problemas humanos se construyen sobre la base de determinadas “lógicas” que subyacen en aquello que hacemos o dejamos de hacer o en aquello que pensamos o dejamos de pensar.
Por ejemplo, la lógica paradójica es una de las lógicas que se estudian en el modelo estratégico. La palabra “paradoja” significa lo que está más allá del sentido común o la “razón” y puede observarse en una experiencia universal y cotidiana: cuanto más quiero dejar de pensar en algo, más acabo pensando en ello, o cuando más me esfuerzo en dormir, más desvelado me encuentro… estos son ejemplos de mecanismos paradójicos de la naturaleza, porque lo “razonable” y “lógico” es que si me esfuerzo en dormir lo consiga, no que consiga justamente lo contrario, que es lo que acaba sucediendo.
El modelo estratégico estudia en profundidad estos fenómenos, estas lógicas extrañas, como son la paradoja o la contradicción, y construye las técnicas y estratagemas necesarias para conseguir revertir estos fenómenos.
2. ¿Por qué es más eficaz que otros modelos?
La eficacia de las intervenciones estratégicas están basadas en dos elementos fundamentales: el trabajo con el aquí y el ahora, y, por lo tanto, el tiempo está dedicado a cuestiones que existen en el momento vital de la persona o sistema, y en la utilización de un concepto exclusivamente estratégico como es el constructo de las soluciones intentadas disfuncionales. Este proceso y el hecho de utilizar esta operativa pragmática consigue que los resultados se vean en tiempos relativamente breves, en ocasiones de manera espectacular.
Desde un punto de vista estratégico, para cambiar una situación problemática hay que analizar e intervenir sobre cómo una situación problemática se mantiene en el presente. El modelo estratégico se concentra sobre lo que las personas han hecho y hacen para resolver los problemas que no han dado los resultados deseados. Este es un aspecto clave para definir la estrategia de intervención: el constructo de las soluciones intentadas disfuncionales, es decir, la identificación y análisis de todos los intentos de solución llevados a cabo para resolver el problema que no han funcionado y que, en la mayoría de los casos, mantienen y agravan el problema. El gestor estratégico se centra desde el primer momento en romper el círculo vicioso establecido entre las soluciones intentadas disfuncionales que las personas ponen en marcha para resolver su problema y la persistencia del problema. Esto explica que la intervención estratégica se centre en desvelar cómo funciona el problema más que en “por qué” existe, con el fin de poder instaurar un nuevo equilibrio sano y funcional.
3. ¿En qué ámbitos es aplicable?
El enfoque estratégico no es un modelo exclusivamente terapéutico o de resolución de problemas, sino que es un modelo lógico, aplicable a todo lo que tenga que ver con la naturaleza humana, tanto en lo individual, como en lo sistémico (pareja, familia, grupos, empresas, sociedad), es decir, es un modelo aplicable a cualquier dificultad o problema humanos.
La intervención estratégica constituye una intervención radical y duradera, breve y focalizada, dirigida a que las personas dejen de sufrir en el menor tiempo posible y con el mínimo esfuerzo posible. Es decir, es la eficacia -solucionar el problema- y la eficiencia -producir el cambio en poco tiempo y con el mínimo esfuerzo- lo que hace breve la intervención.
En otras palabras, el foco del enfoque estratégico es la percepción que las personas tienen de la realidad. Un cambio en la percepción de una realidad disfuncional conlleva distintas reacciones, o dicho de otra manera: un cambio en las sensaciones modifican el comportamiento y finalmente cambiará la cognición. Por tanto, el cambio alcanzado es potente y persistente, aunque se dé en tiempo breve, porque provoca no solo cambios conductuales y cognitivos, sino también cambios perceptivos y emotivos.
Santi Olmo
Psicólogo, Máster en Terapia Breve Estratégica por CTS-Arezzo. Formado en Terapia Centrada en Soluciones con Matthew Selekman, Bill O’Hanlon y Mark Beyebach. Formado también en Terapia Gestalt y Practitioner en Programación Neurolingüística.
Adela Resurrección
Filóloga-lingüista. Máster en Terapia Breve Estratégica (CTS Arezzo). Formada en Terapia Centrada en Soluciones con Matthew Selekman, Bill O’Hanlon y Mark Beyebach. También formada en Terapia Gestalt.
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