¿Cómo formarse en coaching de equipos?
Un grupo de personas trabajando en un mismo proyecto no es por definición un equipo. De hecho, ni tan solo muchos equipos deportivos lo son. Un equipo necesita mucho más que un objetivo común, necesita trabajar de forma coordinada, que sus miembros se sientan orgullosos de pertenecer, que entiendan que es necesario focalizarse en el objetivo, que incluso se alegren más de los logros del equipo que de sus logros personales.
Para conseguirlo es necesario aunar las fortalezas y habilidades de los distintos miembros, muchas de ellas relacionadas con su carácter y experiencias previas . Y es ahí donde el equipo se encuentra con su máxima dificultad, conseguir que la diversidad que sus miembros aportan, su distinta experiencia, formación y personalidad, sean entendidas, valoradas y puestas en valor ¿y resulta fácil entenderse con el que piensa o ve la vida de un modo distinto al nuestro? Ese es el principal reto que afronta cualquier equipo, saber valorar su diversidad, saber aprovecharla a partir de los conflictos que indudablemente surgirán, entendiéndolos como espacios para conocernos más y funcionar mejor.
Conocer al equipo y su momento
Los equipos pasan por distintas fases o momentos. No es lo mismo cuando el equipo se crea y los miembros empiezan a conocerse que cuando surgen los primeros conflictos o cuando se afrontan retos de rendimiento.
Cada fase tiene sus características, sus problemáticas típicas, sus formas peculiares de relación entre los miembros del equipo, y por supuesto necesita superar retos distintos que harán posible el crecimiento del equipo para que pueda conseguir sus objetivos. Demasiado a menudo los equipos se quedan encallados en determinadas etapas por falta de un liderazgo efectivo conocedor de sus necesidades peculiares. Podemos pensar ¿Realmente vale la pena conocer las distintas etapas por las que pasa un equipo y sus características? ¿Es tan importante? de hecho, muchas personas han liderado o formado parte de equipos sin tener conocimiento de las etapas que los equipos atraviesan…La respuesta la encontraremos en la efectividad que esperamos del equipo y de cómo queremos que se sientan sus integrantes.
Si pensamos en la frecuencia con que actualmente se hacen y se deshacen los equipos en las organizaciones, ya sea debidos a cambios en la directiva, al abordaje de nuevos proyectos o simplemente debidos a rotaciones de personal, nos daremos cuenta de que conocer lo que es normativo en cada etapa, especialmente en las primeras, resulta crítico para poder acompañar al equipo a conseguir sus objetivos.
Quedarse atrapado en una fase de conflicto permanente o en una baja productividad es una muestra clara que el equipo se ha quedado encallado en una etapa y que no está recibiendo el acompañamiento que necesita para superarla y seguir creciendo. Conocer lo que el equipo necesita, en la etapa en que se encuentra, permite acompañarle a progresar, a utilizar los conflictos y errores como espacios de aprendizaje.
Productividad y bienestar
Conseguir los objetivos, aunque no a cualquier precio, es el fin último de cualquier equipo. Y más actualmente, con la generación X que ya empieza a ser superada por los millennials y la generación Z.. una generación que tiene ya muy claro que no todo vale para conseguir lo objetivos. La capacidad de trabajo y compromiso de las nuevas generaciones ha crecido, sus conocimientos y su capacidad de trabajo son superiores, ya lo han demostrado, pero ¿qué pasa con su compromiso? ¿Con qué se comprometen? Parece que sólo se comprometen con proyectos que estén realmente alineados con sus valores, que les ilusionen y contribuyan a su crecimiento y bienestar. Quizás es esta la razón fundamental por la cual las formas tradicionales de liderazgo autoritario no funcionan con ellos o ellas.
Lo saben muy bien las organizaciones que experimentan altas rotaciones de personal. Porque si bien es verdad que las empresas hoy ya no ofrecen garantías de estabilidad como antes, no es menos cierto que los trabajadores cada vez necesitan pensárselo menos para decidir que se van, que cambian de trabajo, que en estas condiciones ellos o ellas no están dispuestos a trabajar. Tienen muy claro que solo disponemos de una vida y no la quieren malgastar en un trabajo que no les satisfaga. Y es aquí donde es necesario ofrecerles proyectos que les motiven, donde se sientan integrados y en crecimiento, pues esos son los proyectos con los que se comprometen. Un equipo de trabajo, un equipo que funcione, con retos, es uno de los espacios preferidos de trabajo; ya que los retos compartidos, las emociones compartidas en un equipo se amplifican y recuerdan mucho más que las individuales. Un equipo es un espacio donde se puede conseguir alta productividad y al mismo tiempo bienestar personal, o todo lo contrario, todo dependerá de cómo esté gestionado el equipo.
Intervenciones con equipos, unas funcionan y otras no
¿Funcionan todos los estilos de liderazgo delante de un equipo? ¿Qué herramientas o disciplinas funcionan para gestionar de forma correcta y eficiente un equipo?
Hoy sabemos que un buen líder necesitas de determinadas competencias para poder ejercer un liderazgo efectivo, competencias como la capacidad de escucha, la iniciativa, el optimismo o la flexibilidad son tan importantes como la siempre valorada orientación al logro.
El líder necesita conoce y adaptarse a la etapa que el equipo atraviesa, a las distintas realidades y obstáculos que surjan, desde una verdadera vocación de servicio. Necesita aprender a acompañar más que dirigir, a reconocer más que exigir, a escuchar más que explicar, a entender más que exigir. Necesita entender la emocionalidad del equipo y poder para cambiarla cuando no es la que el equipo necesita. Son habilidades que se aprenden en una formación en coaching bien diseñada. En una formación vivencial y experiencial que integre habilidades de coach con visión sistémica y conocimientos sobre el funcionamiento de los equipos aportados por la psicología de las organizaciones. Una formación impartida por profesionales del coaching y la psicología con larga experiencia como líderes y miembros de equipos, en organizaciones, en entornos deportivos; profesionales que, más alá de las dinámicas, puedan compartir sus experiencias de éxito y fracaso con equipos. Son estas formaciones en coaching de equipos las que realmente aportan valor a las personas que buscan herramientas para acompañar a equipos.
A las personas que buscan desarrollar el potencial de un equipo para que este pueda conseguir sus objetivos y para que sus integrantes se sientan realmente orgullosos de formar parte del mismo. La buena noticia es que estas formaciones existen.
Montse Cascalló Piqueras
Psicóloga colegiada 29109
Coach certificada PCC por ICF
Entrenadora de baloncesto
Docente de la formación de Coaching de equipos: