Aprender a vivir en nuestro cuerpo: yoga sensible al trauma y terapia Gestalt

12 diciembre 2023

El yoga sensible al trauma y la terapia Gestalt son enfoques terapéuticos que se han mostrado eficaces en el tratamiento de personas que han experimentado heridas emocionales. Ambas disciplinas se centran en la integración mente-cuerpo y ofrecen herramientas para abordar los efectos de estas heridas y así aumentar el bienestar emocional y físico.

 

 

¿Qué es Yoga Sensible al Trauma?

El yoga sensible al trauma (YST) es una modalidad que reconoce y aborda las complejidades emocionales y físicas asociadas con impactos psicológicos, así como con otros estados de malestar psíquico y físico. Esta práctica se ha desarrollado con el objetivo de crear un espacio seguro y compasivo para aquellos que han experimentado este tipo de heridas.

 

Al adoptar principios fundamentales de respeto, consentimiento y auto empoderamiento, el yoga sensible al trauma se aleja de enfoques tradicionales para adaptarse a las necesidades específicas de cada individuo. Basada en la evidencia, esta práctica se ha demostrado que complementa el tratamiento psicológico o psicoterapéutico de los síntomas asociados al trauma complejo o estrés post traumático (TEPT) entre otros estados de desasosiego.

 

Se fundamenta tanto en las Teorías del Trauma, en la Teoría del Apego y aportes de la Neurociencia, así como en los componentes centrales del hatha yoga, donde los participantes tienen la oportunidad de experimentar de forma segura, prácticas de respiración, movimientos corporales y sensitivos que propician la función interoceptiva y la regulación del sistema nervioso.

 

Algunos elementos del hatha yoga tradicional son modificados para propiciar experiencias de empoderamiento en los participantes y cultivar una relación positiva con su cuerpo.

A diferencia de muchas clases regulares de yoga, el YST no utiliza ajustes físicos para influir en la forma física de un participante. Más bien, presenta oportunidades para que los participantes tomen sus decisiones en función de una sensación sentida de su propio cuerpo.

 

 

¿Qué tienen en común El yoga sensible al trauma y la terapia Gestalt?

¿Por qué son relevantes en el abordaje de la regulación del sistema nervioso y las heridas emocionales?

El YST y la terapia Gestalt comparten un enfoque holístico que reconoce la conexión entre mente y cuerpo. Ambos abordan las complejidades emocionales y físicas, fomentando la autorregulación y la conciencia del momento presente: en el aquí y el ahora. Ambas prácticas respetan la individualidad y adaptan sus métodos a las necesidades específicas de cada persona, reconociendo la diversidad de experiencias vividas y promoviendo la autoexploración como parte del proceso de curación.

La conciencia corporal en el yoga y la exploración de sensaciones en la terapia Gestalt pueden ayudar a liberar tensiones almacenadas y facilitar la expresión y procesamiento de las emociones. El YST refuerza el abordaje corporal que propone la terapia Gestalt.

 

 

¿En qué consiste una sesión de YST?

 Uno de los elementos de esta práctica son las posturas o asanas, pero en lugar de centrarse únicamente en la forma física, el YST integra prácticas que fomentan la consciencia somática. Basándose en la importancia de la elección y el respeto por los límites personales, se anima a los participantes a tomar decisiones informadas sobre su práctica, se dan siempre opciones en cada propuesta, incluida la opción de abstenerse de ciertos movimientos o posturas que puedan, por ejemplo, desencadenar recuerdos dolorosos.

 

El objetivo no es hacer «bien» las posturas, sino ayudar a los participantes a notar qué músculos están activos en diferentes momentos. Las secuencias se diseñan para crear un ritmo entre tensión y relajación, algo que esperamos que empiecen a percibir en su vida diaria. Se fomenta la observación de lo que está sucediendo en diferentes partes de su cuerpo de una pose a otra.

 

La respiración consciente desempeña un papel central en esta metodología. La atención plena en la respiración puede ayudar a restablecer la conexión con el cuerpo, disminuir la respuesta de lucha o huida y promover un sentido de seguridad. Observar nuestra respiración nos mantiene en el presente, porque no podemos respirar en el futuro ni el pasado.

 

Técnicas de relajación

Las técnicas de relajación, como la relajación progresiva y la visualización guiada, también son herramientas valiosas para liberar la tensión acumulada.

 

Además, reconoce la diversidad de experiencias traumáticas y evita la presunción de que una sola aproximación funciona para todos. Se adapta a las necesidades específicas de cada individuo, reconociendo que lo que puede ser curativo para una persona podría ser desencadenante para otra.

 

  • el yoga sensible al trauma busca empoderar a los participantes para que se conviertan en agentes activos de su proceso de curación.
  • Fomenta la autoexploración, la autoaceptación y el autocuidado, esta práctica contribuye a la reconstrucción de la relación con el cuerpo y la mente, promoviendo la regulación del sistema nervioso y el bienestar integral.

 

 

 

¿Cuál es la importancia de establecer una conexión con nuestro cuerpo?

Una de las lecciones más claras de la neurociencia contemporánea es que nuestra percepción sobre nosotros mismos está anclada en una conexión vital con nuestro cuerpo. No nos conocemos totalmente a nosotros mismos mientras no podamos sentir e interpretar nuestras sensaciones físicas; necesitamos registrar y actuar sobre la base de esas sensaciones para navegar de forma segura por la vida.

 

Aunque la insensibilización (o la búsqueda de sensaciones compensatorias) pueda hacer que la vida sea tolerable, el precio que pagamos es que perdemos la conciencia de lo que sucede en nuestro cuerpo y, con ello, la sensación de estar total y sensorialmente vivos.

 

Al reconectar con las necesidades de nuestro cuerpo, desarrollamos una capacidad renovada para amarnos más sinceramente. Esta autenticidad puede llevar nuestra atención hacia aspectos como la salud, la dieta o la gestión del tiempo, generando un cuidado propio espontáneo y natural, impulsado por el deseo y no tanto por obligaciones externas. En definitiva, la reconexión somática puede permitirnos disfrutar del placer intrínseco de cuidarnos a nosotros mismos.

 

 

 

¿Cómo tiene lugar la conexión corporal? ¿A qué nos referimos cuando hablamos de establecer o reforzar este vínculo somático?

Uno de los puntos principales en los que se basa la conexión con el cuerpo, es nuestra capacidad de interocepción Entendemos por interocepción a la percepción del estado interno del organismo, aportando información sobre el funcionamiento o disfunción de las vísceras y órganos internos. Se trata de un sentido que nos ayuda a mantener la homeóstasis o equilibrio corporal y emocional.

 

Las emociones son sensaciones físicas, sientes alegría en tu pecho, sientes un nudo en la garganta o en el estómago… Todo lo que sentimos dentro o fuera de nuestro organismo es una forma de comunicación de nuestro cuerpo, señalando necesidades particulares que deben abordarse y expresarse. Trata de pensar en tus emociones fuertes como formas de comunicación de que algo necesita ser atendido en ti.

 

Para desarrollar la sensación de calma y alivio, queremos darnos cuenta de lo que dice nuestro cuerpo en forma de sensaciones, y así luego procesar y liberar la experiencia a nivel mental y físico. Desarrollar la capacidad interoceptiva es uno de los puntos centrales del yoga sensible al trauma.

 

 

 

Yoga sensible al trauma y terapia Gestalt: dos herramientas sinérgicas.

En definitiva, el yoga sensible al trauma y la terapia Gestalt emergen como poderosas herramientas sinérgicas en el abordaje de heridas emocionales, priorizando la integración mente-cuerpo para potenciar el bienestar integral. Estos enfoques, respaldados por principios de respeto, autonomía y adaptabilidad, ofrecen vías efectivas para la autorregulación y la conexión somática.

 

El yoga sensible al trauma, arraigado en teorías del trauma, la neurociencia y el hatha yoga, se presenta como una práctica fundamentada en la elección consciente, permitiendo a los participantes explorar, aceptar y cuidar de su cuerpo de manera auténtica. La terapia Gestalt, al igual que el YST, se centra en la experiencia presente y en la expresión emocional, consolidando su enfoque holístico.

 

La conexión corporal, esencial para el autoconocimiento y bienestar, se materializa a través de la intercepción, la percepción de las sensaciones internas. Este vínculo propicia la autenticidad, el autocuidado y el placer intrínseco de atender nuestras necesidades físicas y emocionales.

 

En resumen, aprender a vivir en plenitud implica reconocer y nutrir esta conexión con nuestro cuerpo, y el YST junto con la terapia Gestalt se erigen como aliados fundamentales en este viaje hacia el autocuidado, la autorregulación y la armonía integral.

 

 

Laura Muñoz 

Terapeuta Gestalt especializada en trauma y abordaje corporal. Profesora de yoga, meditación y yoga sensible al trauma. Estudios de medicina general. Psicóloga en formación. Formación en el programa SAT. Miembro adherente AETG.

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Yoga Terapéutico sensible al Trauma

 

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