En los fundamentos del Coaching está la filosofía socrática. Sócrates estimulaba a sus discípulos a encontrar la Verdad dentro de ellos mismos, lo hacía básicamente a través de preguntas a sus discípulos, facilitándoles el acceso a su la verdad interior.
Cómo se define el coaching transpersonal
El Coaching Transpersonal recoge precisamente este espíritu socrático inicial, facilitando que las personas movilicen sus inquietudes internas, tanto de búsqueda de sentido existencial, como de conexión con su propia Esencia. Dicho de otra manera, así como el Coaching estándar cuidaremos de los aspectos corporales, emocionales y cognitivos de la persona, con el Coaching Transpersonal también añadimos la mirada Sistémico-Espiritual, deviniendo así un enfoque integral.
El mismo John Whitmore, uno de los padres del Coaching, en un memorable taller que impartió cerca de Madrid en mayo del 2011, sobre Coaching Transpersonal y al cual asistí, dijo:
En Coaching, el siguiente paso es el Coaching Transpersonal-Sistémico.
A partir de aquí hemos de comprender que este enfoque de Coaching pone la mirada en “algo” para lo que las palabras se nos quedan cortas. Términos como Totalidad, Unidad, No-Dualidad, Conexión, Vacío, Ser, Nada, El Misterio, Esencia, Dios, Espíritu, Consciencia, Divinidad, Eternidad, Campo de infinitas posibilidades –en física-, etc. apuntan a un intento de conceptualizar lo que seguramente es, desde nuestra dimensión humana indescriptible, debido a que las diversas definiciones e interpretaciones se mueven únicamente en el terreno conceptual, siendo todos estos conceptos un intento burdo de acercarnos a “ese algo”. Hay una presuposición en PNL que dice: el mapa no es el territorio, haciendo referencia a la limitación que supone el lenguaje y sus interpretaciones de la realidad, comparado con la realidad misma.
Siguiendo una definición de Coaching que suelo expresar: “El Coaching es para acompañar personas valiosas desde dónde están hasta dónde quieren ir”, comprenderemos que esto es así para el proceso del Coaching estándar, se nos queda corta esta definición si miramos hacia el nivel Transpersonal, pero debido a que, si bien en la práctica habitual del Coaching se parte inicialmente de un Estado Actual para ir a un Estado Deseado, y hay todo un tramo, más o menos largo que recorrer, dependiendo de la magnitud del objetivo, en este nivel Transpersonal, en cambio, nos encontramos con la paradoja de que no hay que ir a ningún sitio, puesto que el solo hecho de proyectar un Estado Deseado nos puede precisamente alejar de lo que realmente queremos.
El Coaching Transpersonal nos propone mirar con otra mirada la misma realidad.
Marcel Proust escribió al respecto: El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos.
Conceptualmente podemos entender que para tener una experiencia de Unidad no la podremos tener nunca desde una parte que quiere encontrar el Todo, puesto que “esa parte” es también el Todo. Es como si la ola quisiera encontrar el mar. Mar y ola es lo mismo en el nivel experiencial, solo en el marco conceptual podemos separar ambas cosas dándoles una identidad separada. Entonces no será un “YO” conceptual, un buscador de una experiencia global, sino más bien deconceptualizar un “YO”, que en sí es una construcción biográfico-cultural y no tiene ninguna existencia real, sino totalmente subjetiva, lo que deberá quitarse de en medio para que se pueda manifestar “lo que es”. Es decir, la ola debe dejar de tener existencia propia, dejar de creerse que es algo y simplemente dejarse ser el mar que es.
Un amigo mío hace muchos años me compartió una metáfora que parece ser se usaba en el contexto de la Iglesia Ortodoxa, y la considero muy adecuada para explicar lo que estamos tratando, dice así: “lo más que puede hacer una persona es abrir la ventana por si Dios quiere entrar”.
¿Qué significa “abrir la ventana”?, Abrir la ventana en el Coaching Transpersonal significa, a mi modo de ver, eliminar los diversos ruidos internos, físicos, emocionales y mentales en aras de vivir totalmente en paz interior. En otras palabras, eliminar nuestros sesgos perceptivos e interpretaciones que configuran, lo que denominamos ego, viviendo para ello en los confines del mismo más que en su núcleo. Y de este modo, permaneciendo desde la quietud y el silencio del no-hacer podemos permitir que Dios entre en nosotros si es eso lo que desea.
Por lo tanto, este enfoque de Coaching está orientado a vivir la vida desde el bienestar que produce el fluir que acontece cuando hemos podido superar los diversos problemas de día a día, más que al logro de diversos objetivos tras de los cuales aparecerán otros a conseguir y así indefinidamente. Es un proceso de acompañar a las personas a vivir bien con la vida que viven y por lo tanto, lejos de un aparente conformismo, se tratará de facilitar el profundo desarrollo interior. Mario Benedetti lo expresó así esta actitud:
Que llegue quién tenga que llegar,
que se vaya quién se tenga que ir,
que duela lo que tenga que doler,
que pase lo que tenga que pasar.
Desde este planteamiento, en el Coaching Transpersonal se tratará de ir buscando las mejores formas de calmar nuestras aguas internas para poder así visualizar el fondo del lago, desarrollando actitudes que nos lleven a la eliminación de todos los obstáculos que nos impiden abrir nuestra ventana interior. Eso requerirá estar sumamente atentos a las diversas situaciones cotidianas que vayan emergiendo, solventándoles rápidamente para que no nos creen ruido interior.
Entiendo que pretender eliminar todo el ruido interno puede parecer una quimera inalcanzable de entrada, pero no por ello deberíamos renunciar a orientarnos en esa dirección, y mientras tanto, en este proceso, poder hacer pequeños o grandes espacios para ir poco a poco creando dentro de nosotros, con acompañamiento de un coach o sin él, una actitud que nos vaya permitiendo abrir la ventana por si Dios quiere entrar.
Otro gran tema en este enfoque es la actitud del profesional de Coaching Transpersonal
Además de todo lo que se supone que deben ser sus competencias como profesional del acompañamiento al cambio, tales como, la buena escucha y adecuada atención intuitiva a su proceso, el saber hacer buenas preguntas, facilitar al cliente salir de la zona de confort, etc.
También se le requerirá el desarrollo de una actitud interna acorde con esta nueva mirada.
Ello implicará estar en una condición de centramiento y contacto con su interior más profundo, prestando mucha atención a su intuición, de permanecer –como decía Milton Erickson- en un no-saber curioso, reducir el diálogo interior, y una sutil, relajada y abierta atención orientada hacia el Campo, así como tener la mayoría de sus temas personales resueltos. Si lo miramos desde las competencias de ICF, será sobre todo la de provocar conciencia la que deberemos tener más presente como coach Transpersonal, puesto que el darse cuenta será la herramienta básica en este camino de transformación propio y el de su coachee.
En resumen, el Coaching Transpersonal nos aporta la dimensión Sistémico-Espiritual partiendo de solventar las diversas dificultades que tenemos actualmente en el día a día, en aras de quedar disponibles y abiertos amorosamente para poder fluir con la vida en sus diversas dimensiones, orientándonos hacia una existencia con el mínimo ruido posible e idealmente con ninguno, que nos permita también conectar con nuestro sentido y propósito último como seres humanos: encontrar nuestra Verdad más profunda conectada a la Totalidad.
Para finalizar este artículo, ¿Qué te parece cuando estés en intimidad contigo, preguntarte alguna de estas preguntas?:
¿Qué impide que estés en el completo fluir y bienestar?
¿Quién serías tú sin todo el ruido interno?
¿Qué sería diferente si estuvieras en contacto con tu interior más profundo?
¿Qué pasaría si dejaras todas tus luchas interiores y exteriores?
¿Cómo sería vivir el día a día sin la mirada del pasado ni del futuro?
¿Qué te impide entregarte totalmente a lo que la vida te pide?
¿Qué te impide aceptar lo que no puedes cambiar?
¿Qué necesitar para cambiar lo que sí puedes cambiar?
¿Qué pasa si dejas de lado tus miedos más profundos?
¿Qué ocurre si te abres a la inteligencia del campo de infinitas posibilidades?
¿Qué cambiaría si vives congruentemente tu Propósito de Vida?
¿Qué daría a tu vida un sentido total?
¿Quién Eres tú más allá de quién eres?
Vicens Olivé Pibernat
Cofundador del Institut Gestalt. Formación completa en Gestalt, PNL, Wingwave® y Constelaciones. Miembro Didacta de la AEPNL. Coach ACC por ICF.